Montes de Navarra Leire abril 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

17 de junio de 2011 día mundial de la desertificación

DÍA MUNDIAL DE LA DESERTIFICACIÓN, REFLEXIONES SOBRE EL MONTE VALENCIANO (*)

El Col·legi de Enginyers de Monts de la Comunitat Valenciana desea aportar una  reflexión sobre los montes valencianos en relación con la Desertificación y el Día Mundial que hoy celebramos.

La desertificación no es sólo uno de los mayores problemas ecológicos a nivel mundial; sino que  es uno de los principales obstáculos para la atención de las necesidades básicas del hombre en las zonas áridas. Pone en riesgo la salud y el bienestar de 1.200 millones de personas en más de 100 países.

El tema del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación de este año, “Los bosques mantienen productivas las zonas áridas”, se une a la Declaración de Naciones Unidas de 2011 como Año Internacional de los Bosques para resaltar la importancia de los mismos como indica su lema “Los bosques para las personas”.

Deberíamos  decir, ante estos eventos, que estamos en un momento de gran interés por los asuntos relacionados con los montes, tanto a nivel mundial como nacional, pero desgraciadamente no es así, desde nuestro punto de vista como profesionales del sector.

Los montes de la Comunitat Valenciana, cubren una extensión de 1.323.465 hectáreas de su territorio, es decir suponen casi dos tercios de su superficie total, todo ello, según los datos que refleja el proyecto de Plan de Acción Territorial Forestal de la Comunitat (PATFOR).

Pero la importancia de los montes valencianos, más que en su extensión,  reside en el conjunto de beneficios que aportan a las personas y que, en muchos casos la sociedad disfruta de forma gratuita e ilimitada. Son los llamados servicios ambientales, que se traducen en que el monte no sólo produce recursos, como la madera, las setas o el corcho, sino que, además, genera numerosos beneficios como el control de inundaciones, la captura de carbono, la recarga de los acuíferos o constituir una reserva de diversidad biológica y de paisajes.  Hoy en día los montes no son sólo una fuente de  productos, sino que constituyen  un territorio en el que se realizan actividades de ocio y en el que se basa un turismo rural en alza.

Todos estos servicios suponen el soporte de gran parte del bienestar de nuestra sociedad, redundando en la mejora de la calidad de vida de las personas, protegida expresamente, en el artículo 45 de la Constitución Española.

En contrapartida y desde un punto de vista estrictamente económico, el valor de los montes es mínimo, puesto que la producción forestal valenciana, solo aporta el 0'1 por mil del Producto Regional Bruto  tal y como reflejan los informes anuales sobre el  Sector Agrario Valenciano elaborados por la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat.

Los montes valencianos están generando beneficios a la sociedad, pero no recursos económicos para sus propietarios. En pocas actividades de las que se realizan en el monte, se paga por su disfrute y tampoco parece que haya una disposición a pagar. Así, por ejemplo, los propietarios forestales conservan un paisaje rural muy valioso. Sin embargo, esa conservación del paisaje repercute económicamente en otros sectores como el de la hostelería, la restauración y el turismo rural. Es decir, los servicios ambientales aparentemente gratuitos, sí generan actividad y beneficios económicos, pero en ningún caso para el propietario que suministra dichos servicios y que, por tanto, genera riqueza en otros sectores.

Así, si no hay rendimiento económico la propiedad  no gestiona el monte, éste no se mantiene, se abandona, pierde calidad y en consecuencia produce menos servicios ambientales.

Los  servicios ambientales de los montes están reconocidos en la legislación forestal autonómica, así como en la de protección de la naturaleza, nacional y europea. Pero esta normativa, ha implicado una superposición de figuras de protección, sobre los montes valencianos que ha provocado que la propiedad forestal valenciana tenga sobre si, un peso normativo muy difícil de cumplir.

Pocos montes, tanto públicos, como privados, se gestionan con criterios técnicos de sostenibilidad. Una parte de ellos son los que están bajo la tutela de la Administración Forestal de la Generalitat por ser de su Patrimonio o haberse declarado de Utilidad Pública y sólo comprenden el 33% del total. Esta gestión, también es muy limitada ya que el importe para 2011, del programa presupuestario, denominado Restauración y Protección de los Recursos Naturales, dedicados a ellos, sólo es el 0,24 % del presupuesto total de la Generalitat.

En definitiva, el monte valenciano y su propiedad están descapitalizados económicamente y poco o nada reconocidos socialmente. El propietario paga y soporta una legislación muy dura,  regalando su disfrute y beneficios ambientales al resto de la sociedad.

Desde el Col·legi de Enginyers de Monts de la Comunitat Valenciana, queremos recordar, aprovechando este Día Mundial de la Desertificación, que hemos de conseguir  fórmulas para  mejorar esta  situación mediante una gestión sostenible en la que estén implicados los propietarios de los montes, usuarios, los que reciben beneficios económicos por su existencia y por supuesto la Administración Forestal de la Generalitat.

En este sentido, nos ofrecemos a colaborar en la planificación forestal tanto a corto, medio y largo plazo, consensuada por todas las partes implicadas, con el fin de mejorar la calidad de vida de los valencianos.

 (*) Juan Uriol Batuecas, Vicedecano del Col·legi de Enginyers de Monts de la Comunitat Valenciana

No hay comentarios:

Publicar un comentario